El Auge de los Influencers Virtuales: Un Negocio Millonario Sin Límites

«En el vasto mundo de la influencia digital, la presencia humana está siendo desplazada por una nueva ola de creadores de contenido virtuales. Estos influenciadores digitales irrumpen con una aparente inmadurez y frivolidad que no disminuye su capacidad para generar ingresos asombrosos.»

El Auge de los Influencers Virtuales: Un Negocio Millonario Sin Límites

Cualquier escenario, ya sea físico, social o virtual, siempre atraerá una mezcla de talentos genuinos y oportunistas. En el reino de los influencers, donde la competencia es feroz y se haría cualquier cosa para captar la atención de las masas tecnológicamente absortas, esta regla no es una excepción. Aquí, algunos jugadores pueden ser tan extravagantes como tragarse abejas vivas o someterse a cirugías plásticas extremas, mientras que otros pueden difundir información política controvertida para avivar la polarización social.

En el mundo del entretenimiento digital, podemos encontrar una gran cantidad de creadores de contenido con diversos grados de talento y autenticidad. Sin embargo, todos ellos tienen en común la presencia física y la conexión humana. Pero, en la era de la virtualidad, esta dinámica está cambiando.

La sorpresa ha desaparecido gradualmente a lo largo del tiempo. Comenzó con la automatización de contestadores telefónicos, seguida por la aparición de operadores de llamadas telefónicas y, finalmente, los asistentes virtuales como Alexa o Siri. Estos últimos, aunque son útiles para reproducir música o proporcionar información sobre el clima, carecen de la profundidad de una interacción humana significativa.

Hoy en día, los influencers también están experimentando una transformación hacia la virtualidad total. A medida que los influenciadores humanos continúan perfeccionando sus imágenes y promocionando estilos de vida inalcanzables para la mayoría de sus seguidores, los influencers virtuales están ganando terreno.

El ascenso de los influencers virtuales es evidente en las cifras. Tomemos, por ejemplo, a Lu do Magalu, una «influenciadora virtual 3D» con 6.4 millones de seguidores en Instagram y una estimación de ingresos anuales cercanos a los 15 millones de euros. Estas cifras son sorprendentes y sugieren que la virtualidad no es un obstáculo para la rentabilidad.

Otros ejemplos incluyen a Casasbahia, un «niño» influenciador virtual con 3.4 millones de seguidores y ganancias anuales de 7.5 millones de euros, así como Any Malu, con medio millón de seguidores y ganancias de 561 mil euros al año. Estos ejemplos, todos ellos influenciadores virtuales brasileños, demuestran que la virtualidad no conoce fronteras geográficas.

Sin embargo, lo que es aún más sorprendente es que esta tendencia no se limita a Brasil. Influenciadores virtuales como Luo Tianyi, Ayayi o Angie, que tienen menos seguidores pero una base de seguidores devotos en China, también están cosechando éxitos. A pesar de las expectativas de que los influenciadores chinos o japoneses dominarían este espacio, algunos influenciadores de otros lugares del mundo superan en números a sus homólogos asiáticos.

Un ejemplo intrigante es Imapoki, una muñeca pelirroja con una apariencia que atrae a los surcoreanos. A pesar de tener solo 150 mil seguidores, genera ingresos anuales de 90 mil euros y es un ícono para los jóvenes surcoreanos que se sienten atraídos por su apariencia sintética.

La pasión por estos influencers virtuales, que ofrecen contenido a menudo superficial y vacío, plantea cuestionamientos sobre la manipulación psicológica y el aislamiento social que podría surgir de esta tendencia. Las sociedades que se obsesionan con estas figuras digitales podrían enfrentar desafíos demográficos en el futuro.

Incluso en Occidente, hay ejemplos de influencers virtuales, como Noonoouri, una diva peliazul con 403 mil seguidores y ganancias anuales de 158 mil euros. La rentabilidad digital ha roto fronteras, permitiendo que estos personajes digitales tengan seguidores de todo el mundo.

En resumen, el ascenso de los influencers virtuales es un fenómeno que está transformando la industria de la influencia digital. Aunque su contenido a menudo carece de profundidad, su capacidad para atraer seguidores y generar ingresos millonarios es innegable. El futuro de la influencia digital está marcado por la presencia de estos seres digitales, lo que plantea preguntas sobre el impacto que pueden tener en la sociedad y la cultura.